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Una historia de pizza y redención

By 18 Giugno 2025News

¿Puede una pizza cambiar la perspectiva de una persona? A veces, sí.

Esto es lo que ocurrió en la cárcel de Brissogne (AO), donde en julio de 2025 se celebró el primer curso de“Pizzaiolo professionale di 1° livello” de la Escuela Italiana de Pizzaioli, realizado gracias al apoyo del Confcommercio Valle d’Aosta, del distribuidor Ristorfoods y a la previsión de la dirección de la cárcel.

Doce reclusos, sin experiencia pero con una gran motivación.

En cinco intensos días de teoría y práctica, aprendieron no sólo las técnicas para hacer una pizza clásica a la perfección, sino también el valor del trabajo, la precisión y la colaboración. Un curso de formación que, de acuerdo con el método didáctico de la Scuola Italiana Pizzaioli, fue capaz de sembrar verdaderas habilidades.

Pero no sólo eso.

Porque en un lugar donde el tiempo parece cristalizado, amasar, extender y hornear se ha convertido en un gesto de libertad. Un momento de humanidad compartida. Los aprendices, con compromiso y pasión, también prepararon más de 140 pizzas, ofreciendo a toda la población reclusa una comida especial. Para muchos era la primera pizza que probaban en años. Y ahí es donde la pizza demostró una vez más ser un alimento socialmente útil.

Porque una pizza, cuando se hace con cuidado y se comparte con respeto, puede convertirse en mucho más que una comida:

es un puente entre las personas, es memoria del hogar, es dignidad redescubierta, es redención para el futuro. En un contexto difícil como el penitenciario, representó unaoportunidad concreta de formación, pero también un gesto de humanidad que deja huella.

La lección que queda es sencilla y poderosa:

“Donde llega una pizza bien hecha, también puede llegar una nueva posibilidad”.

Y de un horno encendido puede salir, efectivamente, un futuro mejor.



Por: Enrico Bonardo
Director de Ventas y Marketing de Scuola Italiana Pizzaioli

 

 

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